
Imagínate salir de casa y llegar al trabajo en tan solo cinco minutos. Contando con un supermercado, una escuela infantil, un centro médico e incluso consultorios donde se realizan procedimientos diarios, todo a poca distancia. En un país donde las distancias, los atascos y la falta de tiempo marcan la rutina, Está empezando a ganar fuerza un nuevo modelo urbano que promete cambiar la forma en que vivimos: las «ciudades de cinco minutos». como Serena del Mar, en Cartagena, o Five Link City, a pocos minutos de Medellín.
Este último está ubicado en el corazón del Valle de Aburrá, donde funcionaba una finca familiar dedicada a la producción de leche, más precisamente en el Alto de Las Palmas, a sólo 15 minutos de Medellín. Hay un proyecto que promete transformar la forma de vida en la ciudad. Bajo el concepto de «ciudades de cinco minutos», dos jóvenes emprendedores -Ismael Trujillo, director financiero, y Pedro Londoño, director general- impulsan Five Link City, un desarrollo urbanístico que combina sostenibilidad, bienestar y proximidad, para que cada residente pueda encontrar todo lo imprescindible a menos de cinco minutos de su casa.
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El proyecto surgió de una discusión familiar. La finca, ubicada en una zona estratégica de Medellín y con gran potencial de desarrollo, estaba destinada a convertirse en un importante centro comercial. Sin embargo, Trujillo y un grupo de familiares propusieron una idea más ambiciosa: crear una ciudad autosuficiente basada en las tendencias de planificación urbana europea y en nuevas formas de movilidad y vida sostenible.
«Fue un proceso de persuasión», recuerda. «Tuvimos que sentarnos con la junta familiar y demostrar que esta idea no sólo tenía sentido desde el punto de vista económico, sino que podía dejar una huella más profunda en el territorio. Al final, entendieron que no se trataba de vender la finca, sino de construir una ciudad con un propósito».
Ismael Trujillo, gerente financiero del proyecto Five Link City. foto:Cortesía de Alto5MC
Microcentralidades
La idea de Five Link City se basa en el modelo de microcentralidad: centros urbanos que integran vivienda, servicios, espacios verdes, salud, educación y trabajo, reduciendo los viajes y promoviendo la vida comunitaria. «Cada persona debería poder realizar su vida diaria a pie o en bicicleta», afirma Trujillo. «Esto mejora la salud, reduce las emisiones y crea una nueva cultura de cercanía».
El proyecto se desarrolla por etapas y su primera etapa está en marcha, vendida en su totalidad y con un valor creciente, afirman los empresarios. En total, la iniciativa podría alcanzar un valor estimado de 1.700 a 1.800 millones de pesos, con casi 120.000 metros cuadrados por construir.
«Ya tenemos varios edificios en la fase final, la fase inicial de urbanismo y varios proyectos en marcha», afirma Trujillo, quien confirmó que tienen una carta final de Euro Supermarket, que formará parte del desarrollo urbanístico.
Aunque la idea surgió de la familia Trujillo, su realización es el resultado de un esfuerzo colectivo en el que participaron más de 40 profesionales, entre arquitectos, urbanistas, ingenieros, diseñadores, paisajistas, abogados y expertos financieros, de La visión de la “ciudad de los cinco minutos” debía traducirse en planos, normativas y estructuras reales, y para ello era necesario un equipo técnico del más alto nivel.
Un render que muestra la distribución de vivienda, comercio y servicios que tendrá Five Link City. foto:Cortesía de Alto5MC
Desarrollo con sello local
Uno de los aliados estratégicos fue el grupo de arquitectura y urbanismo Soulland, reconocido por su trabajo con Grupo Argos en el desarrollo de planos parciales. «Nos ayudaron a hacer caer una idea desde miles de pies en el aire y convertirla en algo tangible», dice Trujillo. «Ahí fue donde el proyecto empezó a tomar forma».
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A la ejecución se sumaron empresas locales como Pavimentar Magna, encargada de infraestructura vial y urbanismo, junto a un grupo de inversores que creyeron en la propuesta desde el principio y adquirieron los primeros solares. «Lo más difícil fue romper la inercia inicial», admite Trujillo. «Cuando vendimos los primeros nueve lotes y comenzamos la construcción, todos se dieron cuenta de que iba en serio».
La financiación combina fondos del promotor, un préstamo bancario y capital de la familia, que ha decidido conservar la participación directa en el proyecto. «En lugar de simplemente aceptar dinero, preferimos quedarnos con las plazas. Creemos tanto en esta idea que queríamos seguir siendo parte de ella», afirma.
En el ámbito jurídico, Five Link City introdujo un régimen de propiedad horizontal multinivel, figura poco común en Colombia que permite que cada edificación tenga su propia normativa, pero que responde al marco general de la ciudad, de tipo ciudad federal. Este modelo, similar al de proyectos como Serena del Mar en Cartagena, sienta un precedente para el futuro macrodesarrollo del país.
Pedro Londoño, director general del proyecto inmobiliario. foto:Cortesía de Alto5MC
Innovación urbana
Más allá de los avances técnicos y financieros, Trujillo insiste en que el valor del proyecto radica en su propósito social y ambiental. Five Link City integrará un parque central de cuatro hectáreas, zonas peatonales, espacios de coworking, tiendas locales y zonas de bienestar que fomenten la interacción comunitaria.
«Nadie más regala un parque de ese tamaño como parte de un proyecto urbano», afirma. «Demuestra que queremos dejar algo trascendente, no sólo rentable».
Colombia tiene un déficit de más de seis millones de hogares. El desafío no es la demanda, sino las condiciones financieras. Es importante resistir, planificar bien y seguir construyendo
ismael trujilloGerente de Finanzas de Five Link City
La propuesta responde a una tendencia global que busca devolver la escala humana a las ciudades, reduciendo la dependencia del automóvil y promoviendo la salud física y mental de los residentes. «El urbanismo tiene que volver a pensar en las personas», afirma. «En cómo se mueve, en cómo siente, en cómo vive».
Five Link City no es inmune a los altibajos de la economía. Se enfrentó al impacto de la inflación, las altas tasas de interés y el aumento de los costos de construcción. Sin embargo, Trujillo cree que la situación no cambia las necesidades estructurales de vivienda del país.
«2022 y 2023 fueron años muy difíciles, pero sabíamos que era un ciclo», explica. «Colombia tiene un déficit de más de seis millones de hogares. El desafío no es la demanda, sino las condiciones financieras. Es importante resistir, planificar bien y seguir construyendo».
Un render que muestra parte de esta ciudad del futuro que estará a 15 minutos de Medellín foto:Cortesía de Alto5MC
Más que edificios
El proyecto no es sólo una apuesta económica, sino también una filosofía de vida urbana que pone al ser humano en el centro. «Queremos que la gente viva mejor, que tenga más tiempo para sí y que la ciudad deje de ser un obstáculo», afirma Trujillo.
Así, lo que antes era una granja familiar está dando paso a un modelo de ciudad con visión de futuro: una que piensa en distancias cortas, espacios sostenibles y un urbanismo que vuelve a mirar a las personas.
«No se trata sólo de la construcción de edificios, sino que se está construyendo una forma de vida diferente», señala el directivo.