En una declaración inesperada, Álvaro Uribe Vibe, ex presidente, anunció que no considerará la posibilidad de ser vicepresidente en las elecciones de 2026. El Secretario también condenó al «gobierno político en algunas instituciones» en medio del proceso judicial que enfrenta y lo describió injusto.
La declaración se produce a mediados de semanas de especulación política, después de que Tomás Uribe, hijo del ex presidente, planteó públicamente la posibilidad de que su padre asumiera el papel de vicepresidente para fortalecer la oposición de la democracia contra el gobierno de Gustavo Petro. La propuesta fue apoyada por la industria del Centro Democrático, pero entregó un gran debate legal y político en el país.
Los expertos constitucionales han mostrado una división profunda de la eficiencia legal de la candidatura vicepresidencial de UriBe. Algunos argumentan que la Constitución no prohíbe directamente esta esperanza, mientras que otros argumentan que la esencia del vicepresidente, en lugar del presidente si la ausencia universal, la solicitud sería impracticable, porque Uribe ya estaba equipada con la oficina presidencial y estaría inactiva para utilizarla nuevamente.
El anuncio de Uribe significa sobre el comité político del Centro Democrático, que ahora se está centrando en su energía en su política electoral en 2026.
Al mismo tiempo, el proceso judicial se enfrenta al ex presidente para marcar la agenda oficial y las condiciones de los futuros escenarios. La ubicación de Uribe también siente un ejemplo a la luz de la interpretación de los criterios constitucionales y muestra la necesidad de aclarar los límites de participación para aquellos que ya han capturado al presidente de la República y, por lo tanto, fortalecen el debate para las elecciones polares en la reciente historia colombiana.
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